Ante la emergencia desatada en la zona centro sur del país debido a los incendios forestales -que han consumido casi 350 mil hectáreas en lo que va de febrero-, 31 personas han sido detenidas debido a presunta intencionalidad para ocasionar los siniestros.
En ese contexto, varias dudas han surgido debido al origen del fuego, donde incluso brigadistas han transmitido que muchos de los incendios que se observan tienen dolo.
El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, conversó con Radio Infinita, donde hizo un llamado «a los empresarios, también a las otras instituciones, a ser cautelosos con la autonomía de quienes cumplen la labor constitucional de persecución civil».
Sin embargo, fue un poco más allá, insistiendo en que «hay muchos que parece que creen que pueden reemplazar la labor del Ministerio Público y muchos seguramente creen que pueden hacerlo mejor que el fiscal nacional y o mejor que quien gobierna». Sobre «esa tesis» dijo creer que «incluye un dejo de arrogancia que me parece que en una emergencia no corresponde. Finalmente, esta emergencia la están manejando las instituciones».
Precisamente ayer la autoridad de Gobierno tuvo un roce con el fiscal nacional, Ángel Valencia, en torno a la responsabilidad que podrían tener las forestales en la catástrofe, debido a la supuesta poca regulación con la que cuentan hoy en día.
Debido al debate que inició el propio Presidente Gabriel Boric sobre analizar la normativa bajo la que se rige la industria, el cabecilla del Ministerio Público mencionó que «hoy en día, en la actual situación de la investigación, la industria forestal es víctima de estos hechos.
A mi no me corresponde supervisar ni la normativa administrativa, ni todas aquellas materias que dicen relación con la fiscalización que pueda realizar Conaf y la forma en cómo ello pudo haber influido o no en la ocurrencia de los incendios».
Ante esos dichos, Monsalve reaccionó, mencionando que «los incendios son producidos casi en un 100%, por sobre el 99% por un factor humano y, finalmente, yo diría que más que la industria forestal, la víctima es el país».