En una iniciativa de la Universidad de Chile, la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias (Favet) busca la ayuda de ovejas y cabras para disminuir la vegetación combustible y reactivar los suelos degradados para prevenir incendios forestales.
En un comunicado, se señala que se han reportado 31 mil hectáreas consumidas durante el último semestre. Es por ello que los especialistas, de acuerdo con el documento, concuerdan en que el esfuerzo debe centrarse en la prevención, por lo que se establece como la primera recomendación cortar el pasto seco, la maleza y todo tipo de vegetación que es el combustible principal de las llamas.
La aptitud de estos animales para hacer cortafuegos al pastar fue un accidente en el desarrollo de la tesis de la egresada de Medicina Veterinaria de la Casa de Bello, Gabriela Chávez. Esto, luego de que un incendio afectó el área del Campus Sur, donde pastaban las ovejas y las llamas se detuvieron en el área que había sido pastoreada.
Según expresa el comunicado, Juan José Toro Letelier, coordinador de Extensión y Vinculación con el Medio de Favet, explica que este proyecto parte de la necesidad de poder controlar la biomasa combustible, es decir, el pasto seco que creció en la temporada primavera y que ahora en el verano es un riesgo de incendio permanente. Es buscar una solución sustentable, barata, simple y que además sea armónica con su profesión, que es el cuidado de los animales.
«Acá en Mundo Granja, criamos ovejas y cabras. Estamos probando primeramente con las ovejas porque son más dóciles y están más acostumbradas al manejo animal. Y posteriormente vamos a empezar con las cabras. La idea es que pastoreen en el lugar donde nosotros necesitamos controlar la biomasa para que puedan comer y tumbar el pasto.
Si nosotros no hiciéramos esto, el pasto estaría largo, parado, erguido y obviamente muy vulnerable a cualquier chispa o activación de fuego», dice el médico veterinario. «Además lo bostean, orinan y lo babean. Entonces, queda con una humedad que impide que pase el fuego o hace que pase de una manera menos brusca o violenta.
Es un cortafuego natural. Básicamente, eso es lo que buscamos, que los animales nos generen un cortafuego y prevenir los incendios. Esto es un experimento, pero esto es extrapolable, se hace en otras partes del mundo y es la solución más sustentable para prevenir incendios, sobre todo en este contexto de verano actual, donde el pasto es una amenaza de incendio en muchas regiones del país», agrega Toro.