En sus últimas intervenciones públicas, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, ha entregado definiciones de la coyuntura económica que enfrenta el país, en medio del debate que ha suscitado entre analistas el momento en que se produciría la anunciada recesión, tras los ajustes que ha estado enfrentando la actividad en 2022.
Los comentarios de la autoridad tomaron mayor relevancia luego de que el Banco Central informara la semana pasada que el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) se contrajo un 1,2% interanual en octubre, completando su segundo mes consecutivo en terreno negativo.
Sobre este punto, el jefe de la billetera fiscal dijo que «durante todo este año hemos visto un ajuste a la baja trimestre a trimestre, vamos a tener dos trimestres negativos de la actividad, pero la economía debería estabilizarse».
En medio de su discurso en un seminario organizado por el Club Monetario de la Universidad Finis Terrae, el secretario de Estado también indicó que «la dirección en que se va a estar moviendo la economía es más o menos esta, y el otro año nos vamos a encontrar con una inflación que viene a la baja, y la actividad se va a comenzar a estabilizar y recuperar durante el año.
Por eso es necesario repensar la idea que se viene una catástrofe, no es así, es el ajuste», añadió. Incluso, tras conocer el Imacec del décimo mes del año, la autoridad recalcó que las cifras «revelan es un ajuste moderado, y en ese sentido, creo que tenemos que pensar y reflexionar sobre estos vaticinios que hemos ido teniendo a través del tiempo», deslizando críticas a proyecciones más pesimistas que han realizado economistas a lo largo del año.
«Si esos vaticinios no se han cumplido ya con las cifras a octubre, o si lo que estamos viviendo es el ajuste que se esperaba, entonces quiere decir que no nos espera una crisis mayor», dijo Marcel. Una postura que compartió su par de la cartera de Economía, el ministro Nicolás Grau, quien sostuvo -en conversación con CHV este domingo- que «lo que hemos tenido durante este año es un proceso de normalización luego de una economía totalmente sobrecalentada durante el 2021».
«Eso no significa que está todo bien, de hecho, hay muchos desafíos, ha sido un año difícil por este proceso de ajuste que hemos tenido dado del desequilibrio macroeconómico del 2021, pero ese hecho que estemos teniendo un año mejor de lo esperado, se ve reflejado, por ejemplo, en el último Imacec», puntualizó Grau, añadiendo que «probablemente estamos llegando al momento más bajo de actividad y lo que ahora viene en adelante mes a mes, es mejoras en cada uno de esos meses».
Vale mencionar que las proyecciones de economistas y organismos internacionales plantean que la economía chilena cerrará este año con una expansión por encima del 2%, mientras que para 2023 esperan una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de entre 0,5% y 1,5%. Consultado por los dichos del titular de Teatinos 120, Sergio Lehmann, economista jefe de BCI, expresó no compartir la idea de que se haya hablado de una catástrofe en algún momento.
«No comparto que se haya hablado de una catástrofe económica, sino que de un ajuste en la demanda interna de forma de contener la inflación y recobrar los equilibrios macro, al tiempo que se reconoce una inversión afectada por la incertidumbre y las condiciones financieras más estrechas. Detrás de ello se advierte una recesión técnica», comentó. P
or su lado, Lehmann anticipa una caída de 1,7% en el PIB de 2023, «apuntando un descenso en la actividad que se prolongaría hasta la primera mitad del próximo año. No vemos un descenso más moderado como el que plantea Hacienda, entendiendo que hay evidencia de que la inversión caerá con más fuerza en 2023». Mientras que Rodrigo Montero, decano de la Facultad de Administración y Negocios de la Universidad Autónoma, reparó en que «el rol de los analistas es proporcionar elementos que le permitan a los distintos agentes económicos un mejor proceso de toma de decisiones.
Más información es mejor, y el análisis lo que busca es complementar de manera objetiva las diferentes visiones o sensaciones que se tiene respecto de los posibles escenarios económicos». «Creo que nadie ha sido catastrofista ni mucho menos, sino que en base a estimaciones y modelos estadísticos, y sobre la base de antecedentes duros, lo que se ha venido señalando es que la economía está en un sano proceso de ajuste, que le permitirá eliminar los desequilibrios acumulados, y de paso, poder controlar las enormes presiones inflacionarias que hemos estado experimentando», acotó.