(La información es de El Mercurio)
El conductor de una aplicación fue el testigo que entregó las primeras pistas al OS9 de Carabineros y la Fiscalía Metropolitana Centro Norte sobre el robo ocurrido la noche del miércoles en las dependencias del ministerio de Desarrollo Social, en calle Catedral, donde anoche detectives del Cibercrimen de la PDI realizaban respaldos de toda la información relacionada con el Caso Convenios y cualquier otras que pudiera haber sido sustraída.
Los 23 computadores portátiles robados —que aparecieron la tarde de ayer en Renca— y una caja de seguridad generó una serie de críticas y acusaciones de la oposición, pero también abrió una serie de sospechas sobre el vínculo que podría tener el atraco con la investigación por eventual fraude al fisco que dirige el Ministerio Público en nueve regiones del país por el traspaso de recursos desde reparticiones —algunas dependientes de Desarrollo Social— a fundaciones.
Aunque la versión del conductor, entregada ayer a los investigadores del OS9 y la fiscalía apuntaba a una estafa telefónica, tipo «cuento del tío» desde la cárcel, todavía no es posible descartar otras tesis, dado lo incipiente de la causa, dicen quienes conocen el proceso.
Según el chofer, fue contratado mediante una llamada telefónica para el traslado de los equipos electrónicos desde el ministerio, ubicado en calle Catedral, en Santiago Centro, hasta la comuna de Renca, donde los entregó a una mujer mayor. Era Elena Rojas (60).
El mismo testigo, que no ha sido detenido hasta ahora pese a haber realizado esta acción, aseguró que no era parte de la banda que había perpetrado el robo, sino que solo transportó los notebooks. Su versión aún debe ser verificada, comentan conocedores de las diligencias del caso, por ejemplo, mediante la revisión de su tráfico de llamados para chequear que haya sido contactado por esa vía, tal como afirma.
También se incorporó a la carpeta de la investigación la versión del guardia de seguridad del ministerio, quien explicó que, junto con un compañero, fueron contactados por el teléfono de la red fija y que una persona, que se identificó como el ministro Giorgio Jackson, les pidió sus celulares. Para luego, vía mensajería de WhatsApp, indicarles que reunieran los equipos para entregarlos a terceros.
Las llamadas desde la cárcel
Con estos antecedentes, el OS9 llegó al domicilio de Rojas, donde le consultaron por los hechos y el personal policial pudo observar que tenía en su poder los computadores. Se realizó una entrada y registro a su casa y se le tomó declaración.
Ella fue detenida y será formalizada esta mañana. La mujer dijo que tampoco era parte del grupo de asaltantes, pero reconoció que había sido contactada por un pariente desde la cárcel —su nieto, Miguel Ángel Apablaza (24)—, el que le pidió recibir los computadores.
Carabineros confirmó que la imputada mantenía familiares en los recintos penitenciarios de Puente Alto y Coquimbo. El nieto de la mujer habría efectuado, además, las llamadas a la cartera, haciéndose pasar por el ministro Jackson. Apablaza también será formalizado durante esta jornada. La caja de seguridad que contenía boletas de garantías de convenios, indican quienes siguen el avance de las diligencias, todavía no es hallada.