(La información es de Nicole Iporre, La Tercera)
Sorprendidos y sin saber lo que estaba pasando. Así quedó el personal de un zoológico del sur de Japón, cuando se dieron cuenta de que Momo —una mona gibón de 12 años que vivía absolutamente sola en su jaula—dio a luz a un pequeño monoque pesaba 2 kilogramos.
La naturaleza a veces puede ser extraña, pero el zoológico tenía claro que la mona necesitaba a un par masculino para poder quedar embarazada, por lo que la investigación comenzó de inmediato: recogieron pelos y excrementos de Momo y su hijo simio, además de los cuatro machos sospechosos que estaban más cerca de su jaula.
Después de un examen de ADN, la prueba confirmó que uno de los machos, llamado Itoh, de 34 años, era el padre. Pero, ¿cómo pudo embarazar a Momo, si nunca ingresó a la jaula?
Cómo se embarazó Momo, la mona de un zoológico en Japón
Cuando los trabajadores del Parque Nacional Saikai del Zoológico y Jardín Botánico de Kujukushima supieron que uno de los monos que estaban en una jaula separada de Momo era el padre, quedaron aún más desconcertados. Y es que no tenía sentido, pues no había forma de que hubiera podido colarse en la jaula de la mona.
Los separaban barras y mallas metálicas, además de que nunca se los había expuesto juntos, en ninguna situación.
No habían registros de una cámara de vigilancia, ni tampoco alguna otra pista de cómo se habría inmiscuido el mono, por lo que empezaron a revisar exhaustivamente los recintos, para buscar algún fallo de seguridad que habría permitido el contacto físico entre ambos gibones.
Después de mucho tiempo investigando, los trabajadores encontraron un pequeño agujero en la pared, de nueve milímetros de diámetro, justo en la parte frontal de la jaula de Momo. “Creemos que es muy probable que uno de los días que Itoh estuvo en el espacio de exhibición, copularon a través del agujero”, reveló el superintendente del zoológico, Jun Yamano, a Vice.
Todo apunta a que el misterio se resolvió: Momo e Itoh, los monos gibones, habían logrado tener un bebé a través del agujero de nueve milímetros de diámetro que estaba en la jaula de la mona.
Después de haber sustituido la pared por una placa de acero, para evitar embarazos inesperados, ahora, los planes del zoológico son lograr que ambos padres y el bebé vivan juntos en una jaula, como una familia.